miércoles, 5 de febrero de 2014

013_LA MEDALLA DEL SALCHICHÓN

Los que ya tenemos una edad, recordamos que hace tiempo algunos salchichones venían con una medalla de estaño que lacraba el cordel que remataba tan noble embutido. El valor de esa medalla era nulo, pero resultaba muy útil para los niños que podían jugar a condecorarse con ella por méritos inexistentes. 
De entre el mar de noticias que han acontecido últimamente ha habido una que ha pasado totalmente desapercibida y que sin embargo resulta muy ilustrativa. Esta noticia que acompañaba a la resolución judicial en contra de la privatización sanitaria madrileña, fue la de la concesión de la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo a Lasquetty por su compromiso con los servicios públicos. 
Como madrileña he decidido interesarme por ese premio (que confieso desconocía) y parece ser que esta Gran Cruz del Dos de Mayo se otorga siempre a quienes cesan en el cargo de consejeros del Gobierno regional, una tradición que se implantó hace algunos años.
Más allá de esta condecoración, que en este caso podría ser tildado de premio de consolación tras una dimisión, esto debería hacernos reflexionar sobre los premios estando tan cerca de los Goya o los Óscar, sin ánimo de compararlos entre sí, y recién inaugurados los Feroz. Me hizo mucha gracia oír a un actor como Eduardo Noriega decir que el cine español se premia por encima de sus posibilidades. Pues yo creo que los políticos mucho más incluidos algunos premios Nobel de la paz.
Que tengan cuidado porque el mal uso y el abuso acaba con la credibilidad que cualquier cosa. Cuiden no convertir las condecoraciones en la medalla del salchichón.

La medalla del salchichón_Collage, 2014_Mariasun Salgado

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