Menuda
transparencia. No hay que ser muy listo para entender que si eso es así, ya no
hará falta pagar groseras cantidades de dinero negro en donaciones a los
partidos políticos. Bastará con hacer las donaciones a sus fundaciones.
Hay que
entender que bajo el paraguas de la nueva Ley de Transparencia esta vía seguirá
siendo legal (las donaciones por parte de empresas a los partidos están
limitadas, pero no a sus fundaciones). Esto abre aún más la puerta a un flujo
ilimitado de recursos del sector privado hacia la política. El Tribunal de
Cuentas, ese organismo que actúa más como un convidado de piedra que como un
órgano soberano, se declara maniatado ante la limitación de sus competencias a
la hora de fiscalizar quien y cuanto se dona a los partidos.
Una vez
más nos han tomado por idiotas a los ciudadanos… pero es que lo parecemos.
El ciclo de la vida_Collage, 2013_Mariasun Salgado |
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