Yo me pregunto si en las más aterradoras pesadillas que
atenazaban a Orwell este se podía imaginar la peligrosa evolución hacia el
totalitarismo que están tomando nuestras supuestas democracias.
Llegados a este punto no sé qué me asusta más, si el hecho en
sí del espionaje masivo con sus consecuentes vulneraciones de derechos, o la
reacción de nuestros dirigentes a la sazón presuntos líderes democráticos. Si
no fuera por la gravedad de los hechos revelados por Snowden, la realidad es
que esto se parece más a una mascarada de Halloween que por otro lado es muy
propia de estas fechas.
No sabemos a qué esperan nuestros líderes, quizá al reparto
de los caramelos…
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