martes, 9 de diciembre de 2014

033_ABANICO ESPAÑOL

Vivimos tiempos apasionantes para el CIS.
Con todos los acontecimientos a los que estamos asistiendo como sufridos espectadores, se está produciendo un fenómeno que no se había dado aún en nuestra corta democracia: España ha dejado de ser esa isla de “estabilidad parlamentaria”¿? en Europa.
Parece que casi nadie tiene claro a quién votar en las próximas elecciones. Sin embargo todo el mundo sabe a quién NO va a votar.
Permítanme que haga un ejercicio de política ficción en el que las siglas de los partidos tradicionales han sido sustituidas por otras más a tono con lo que parece respirarse en el ambiente.
Así nos encontraríamos con un parlamento compuesto por:
El PCU (Partido Contra Uno), compartiría la mayoría con el PCO (partido Contra Otro), seguidos muy de cerca del PCT (Partido contra Todos). Seguidos muy de cerca de las fuerzas PAU (Partido Alternativo a Uno) y del PAO (Partido Alternativo a Otro). Sorprende el avance de PPOC (Partido por Otra Cosa) y el resto del hemiciclo lo componen el PAEA (Partido de los Antiguos Estómagos Agradecidos), el PDSC (Partido de los De Su Casa), del PCDSC (Partido Contra los De Su Casa), el PI (Partido de los Ilusos), el PR (Partido de los Rebotados), y por último el PCG (Partido de los Cuatro Gatos).
O lo que es lo mismo, empata el voto de “más vale lo malo conocido..” y “volveré a confiar…”, seguidos muy de cerca del "voto del cabreo". Sorprende el avance del “a ver si ahora…” y el resto del hemiciclo lo componen el voto “ahora es la buena”, el voto a “los mismos vestidos de otra cosa” y el voto a “intentémoslo por aquí”, el voto a “qué hay de lo mío” y el voto “contra qué hay de lo suyo”, el "voto iluso", el "voto rebotado" y el "voto residual".
En ese sentido podemos afirmar que España ya no es un país de pandereta, sino más bien de abanico. Lo malo de los abanicos es que solo mueven el aire, no lo renuevan.

033_Abanico español_Collage, 2014_Mariasun Salgado